Trazo
Debajo de esos ojos nació mi mirada, el trazo de los reflejos que duermen en el fantasma de la imagen, no deja de contemplar desde el fondo de su nación, el peso intacto del cuerpo del oceano, la huella por la que el sueño se disuelve en el paso mas tranquilo de la noche...
“Yo, pecador, a orillas de tus ojos
miro nacer la tempestad.
Sumiso dardo, voz en la espesura,
incrédulo desciendo al manantial de gracia.
………
Hablo y en la palabra permaneces.
No turbo, si te invoco,
el tranquilo fluir de tu mirada;
bajo la insomne nave tornas el cuerpo emblema
del ser incomparable, la obediencia fugaz
al eco de tu infancia milagrosa…”
Alí Chumacero: Responso del peregrino.
Fragmentos.
“La ternura es como la fragilidad con alas...”
Rodrigo Sansores.
en la pequeña mesa de madera arde amarilla la mariposa de la llama
por la ventana no entra a andar la luna
su blancura descalza no deja huellas temblorosas en la duela
no hay cuadros iluminados por los ojos de mujeres de otro tiempo
no hay voces que vengan a decir que ahí están
no hay un camino
hay miles de caminos
la tarde cobra estímulos de barco y el silencio es el mar
pausado
veo al silencio estirarse como un gato que trata de alcanzar una fruta en la mesa
a esta hora la mesa es aún más barco y el gato ya es un poco sol
ya no silencio
no se ve a la redonda otra cosa que un hombre que escribe despacio sobre una libreta pequeña
mirando un mapa quizá
por la noche subí al árbol tremendo del insomnio y comí de sus frutos hechos de sal
lave mi cara en la mañana para quitar de mí los restos de la madrugada
sus arrugas y marcas
sus trazados bruscos
y busqué
navegante acostumbrado a la tormenta
una pequeña isla para escribir tu nombre y ofrecerlo a la espuma
que a cada ola venga
dije
que llene al mar entero y que colme su sed
y que su sed lo apague todo y que el tiempo no tenga ya fin
que algo en el cielo obtenga magnitud y premio
y en esa magnitud de mar entero se escuche el crujir de la ola como un batir de alas
o una semilla fértil
guardada en la bolsa de un hombre huye
de un viajero que pasa
llevando en él su abrazo y su caricia
una pequeña voz
con la que dice
una palabra rota
indescifrable
algo como un
temblor de farola a medio viento
una mano cubriendo una mejilla
como un tacto que se abre al centro de un baúl de mariposas
la ternura
lo dijo ya mi amigo
es como la fragilidad con alas
Gustavo Enrique Orozco
3 Comments:
¡Carajo!, me has hecho leer de golpe en voz alta, como debe ocurrir con las palabras donde aflora ese mundo que llamamos poesía.
Dicho sea de paso, te ha sido benéfico leer a Fayad Jamís.
Un abrazo rotundo, J.
Colega y amigo...
Hacía mucho no visitaba tu blog (será porque hubo mucho tiempo sin novedades), pero me ha alegrado volver a leer textos tuyos.
Que gusto reencontrarte por estos lugares. Te agradecé toda la vida enseñarme a saltar la línea del miedo.
Al final de cuentas, valió la pena.
Un abrazo profundo
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